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Las personas NO ESTUPIDAS subestiman siempre el potencial nocivo de las personas ESTUPIDAS .

Los NO ESTUPIDOS, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estupidos se manifiesta infaliblemente como un costosisimo error. Cuarta de las 5 leyes de la estupidez Humana:(Carlo M. Cipolla )
Quinta de las 5 leyes de la estupidez Humana: Las persona estupida es el tipo de persona mas peligrosa que existe. - El corolario de la ley dice asi : El estupido es mas peligroso que el bandido. (Carlo M. Cipolla )


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¿Qué pasará con mi identidad digital cuando muera?



Abrimos una cuenta de usuario detrás de otra sin ser conscientes de la larga huella digital que dejamos en el camino. Esto puede ser un problema el día de mañana y ya hay empresas que ofrecen sus servicios para gestionar nuestra identidad online una vez hayamos fallecido.

Aunque parezca mentira, los bebés que vienen al mundo hoy en día ya tienen presencia online. Es más, según un estudio elaborado por la compañía de antivirus AVG, la cuarta parte de los neonatos comenzaron a dar sus primeros pasos en las redes sociales en el útero materno en forma de mensaje en Twitter que recoge la experiencia de los futuros padres, foto de una ecografía subida a Facebook o dirección de correo electrónico prematuro.
Si a este afán por estar en la red desde edades cada vez más tempranas le añadimos un desorden habitual para gestionar cada cuenta que creamos, nuestra identidad digital se transforma con el paso de los años en un universo inabarcable de contraseñas, nombres de usuario y preguntas secretas complicado de legar en el hipotético caso de que muramos. ¿Qué ocurrirá con mi perfil de Facebook? ¿Y con todos los vídeos que he subido a YouTube en este tiempo? ¿Se mantendrá activo mi blog cuando me vaya?
“En muchos casos la gestión de la identidad digital pasa por el desconocimiento de las consecuencias que nuestra presencia en redes tiene, tanto positivas como negativas. No olvidemos que además de los perfiles que nosotros mismos hemos creado, puede existir más información sobre nosotros en internet, subida por nosotros o por otras personas”, señala Natalia Sampériz, experta de gestiondereputacion.com, que alerta sobre la apatía generalizada a la hora de gestionar nuestra presencia en la web:
“La realidad es que prácticamente nadie lee las políticas de privacidad y las condiciones de uso que estamos aceptando. Nos lanzamos a usarlas directamente”.
No dejar ni rastro
La mayoría de los portales presentan servicios para dar de baja una cuenta de usuario. Las redes sociales, donde almacenamos información sensible diariamente, permiten notificar la defunción de una persona cercana de forma fácil.
En el caso de Facebook, su sistema de verificación requiere completar un formulario e indicar datos como el nombre y apellidos de la persona fallecida, su fecha de nacimiento, redes a las que ha pertenecido, grado de parentesco que nos une a ella o una prueba de su muerte (una esquela u obituario, por ejemplo).
Una vez rellenado el formulario, Facebook ofrece dos opciones: eliminar el perfil en su totalidad u optar por la creación de una página conmemorativa. No queda claro en ningún caso si Facebook almacena o no los datos personales para un uso indefinido.
Tuenti, por su parte, resuelve este asunto mediante la entrega por parte de la persona interesada de una documentación que acredite la muerte, y se compromete a eliminar todos los datos del usuario afectado: “En el momento en el que un familiar notifica y acredita el fallecimiento de un usuario, nosotros empezamos un proceso de eliminación completa de su cuenta. Se borra todo”, explica Ícaro Moyano, director de comunicación de la red social española.
Similares políticas de usuario aplican portales como MySpace o Twitter, que además advierten desde un primer momento sobre la imposibilidad de acceder a la cuenta del fallecido para editar o eliminar información. En tal caso sería necesaria una orden judicial.
Esta opción si la contempla Google aunque para lograrlo hay que entregar documentación por fax o correo ordinario y el proceso para tramitar y validar los escritos se puede alargar hasta 30 días. Su servicio de correo Gmail y el portal de vídeos YouTubesolicitan, entre otros datos, la cabecera completa de un mensaje de correo electrónico que hayas recibido de la persona fallecida (código que registra el progreso de un mensaje en su paso por diferentes servidores), así como el contenido mismo del mensaje.
También es necesario enviar el certificado de defunción y una prueba legal de que eres su representante legítimo o heredero en caso de que el fallecido sea mayor de edad, o bien una copia del certificado de nacimiento si se trata de un menor.
Quiero que mi perfil de Flickr se lo quede...
Pero si quieres asegurarte al cien por cien de que tu vida online no continúa después de muerto, o simplemente deseas que una persona de tu confianza administre tu última voluntad digital, quizá estés interesado en contratar los servicios que ofrece una empresa sueca desde hace un par de años.
Por unos 10 euros al año, Mywebwill ofrece la posibilidad de controlar qué pasará con cada una de nuestras cuentas en el caso de que no nos podamos ocupar nosotros de ellas. Conscientes de que el uso de internet se expande día a día, sus creadores se dieron cuenta de que la gestión de nuestra identidad digital será un problema muy grande cuando no estemos.
“Como el vida real, tenemos activos que nos importan y que están en la red. Pueden ser fotos de nuestro último viaje, vídeos o simplemente emails a los que tenemos cariño. Lo que ocurre es que están protegidos por una contraseña y nuestros allegados no pueden tener acceso si nos pasa algo”, explica Lisa Granberg, fundadora del proyecto.
Si bien no tienen todavía acuerdos con todas las plataformas, Mywebwill trabaja con grandes portales como Facebook o Flickr. Al igual que un testamento digital puedes decidir qué ocurrirá con cada una de tus cuentas: así, puedes desactivar tu perfil de una red de contactos o, si lo prefieres, transferir tu archivo de fotos de Flickr a la persona que creas conveniente.
Aunque lo ideal es poder gestionar nuestra identidad de forma sencilla y gratuita en cada plataforma, la realidad es que hay usuarios que como señala Ivan Pino, director de comunicación online de Llorente & Cuenca, son una auténtica marca personal que pueden alcanzar el nivel de notoriedad de una empresa:
“Hay personas que pueden llegar a recibir tal demanda de comunicación en internet que resulte imposible satisfacerla”. ¿Podríamos borrar nuestra presencia online en momento dado? “No imagino que sea posible eliminar todas las menciones que puedas recibir de otras personas o entidades en un número indefinido de páginas alojadas en cada rincón de internet”, precisa Pino.

¿Qué pasará con mi identidad digital cuando muera?

06:30h | Markus Steen
Abrimos una cuenta de usuario detrás de otra sin ser conscientes de la larga huella digital que dejamos en el camino. Esto puede ser un problema el día de mañana y ya hay empresas que ofrecen sus servicios para gestionar nuestra identidad online una vez hayamos fallecido.